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Constructoras y eléctricas invierten 300 millones en centrales solares térmicas

  • Lunes, 25 Julio 2005 @ 20:06 CEST
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Artículos

El diario El País publica el 25 de julio de 2005 en sus páginas de economía el artículo que por su interés reproducimos en Crisis Energética con los comentarios pertinentes, en negrita.

Se trata, fundamentalmente, de plantas de energía solar térmica, que toman los rayos solares de un campo, desde espejos colocados en él, que giran con el sol para concentrarlos sobre un punto de una torre, en el que evaporan un fluido que produce vapor para mover turbinas y generar electricidad. España, junto con EE.UU., es un país pionero en este tipo de generación.

ACS, Abengoa e Iberdrola construyen plantas que transforman la luz en electricidad

SANTIAGO CARCAR - Madrid

La necesidad aguza el ingenio. Empresas constructoras, eléctricas y de componentes industriales, con apoyo público, van a invertir unos 300 millones de euros en los próximos tres años para producir electricidad en centrales solares termoeléctricas. No se trata de utilizar el sol para calentar el agua de las viviendas mediante paneles de aspecto más o menos futurista. La apuesta de empresas como ACS, Abengoa o Iberdrola consiste en construir centrales capaces de utilizar la energía solar para producir vapor que pueda mover turbinas y generar electricidad en cantidad apreciable.

Las centrales solares térmicas emplean el mismo principio de las térmicas convencionales, sólo que en vez de utilizar como materia prima fuel, gas o carbón, usan energía solar, inagotable y limpia.

E intermitente, algo que siempre se olvida. La intermitencia que proviene de el día y la noche solares y constituye una debilidad para un suministro estable, permanente y disponible siempre que se necesite

En Andalucía (Almería, Granada y Sevilla) y Extremadura, las empresas con más visión de futuro han iniciado la construcción de centrales, todavía modestas (la mayor es de 50 megavatios de potencia, ocho veces más pequeña que las centrales convencionales), para intentar probar que el sol puede producir electricidad sin contaminar, a coste razonable y con expectativas de rentabilidad. Teóricamente, esa minicentral, 100% limpia e inagotable, podría satisfacer las necesidades de 10.000 hogares, según datos de las eléctricas.

Los proyectos, algunos de los cuales comenzarán a funcionar a partir del próximo año, son prometedores, según cree el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE). La base está en la Plataforma Solar de Almería, que lleva 25 años de experimentación. Allí, como en una especie de huerto solar se han probado todos los sistemas supuestamente capaces de utilizar el astro rey para hacer algo rentable.

Sobre la base almeriense, se han diseñado ahora proyectos de mayor dimensión. A ello ha contribuido la decisión, adoptada en marzo del año pasado, de incrementar las primas a la generación solar hasta 21 céntimos de euro por kilovatio/hora producido. Una señal económica que, en opinión del IDAE, fue muy bien acogida por las empresas interesadas.

Si son capaces de utilizar el astro rey para hacer algo rentable, no se entiende muy bien por qué necesitan una prima de 21 céntimos de euro por KWh producido.. Algo falla en el mensaje.

Las centrales termoeléctricas ya no son un sueño, aunque todavía están lejos del umbral de máxima rentabilidad. Según los datos del IDAE, cada kilovatio de potencia de energía solar termoeléctrica instalada sale por un pico: entre 4.000 y 5.000 euros, cuatro veces más de lo que cuesta un kilovatio de potencia instalado para energía eólica y sólo un poco más barato que un kilovatio de energía fotovoltaica (con paneles solares).

Eso quiere decir que no es que estén lejos del “umbral de la máxima rentabilidad”, sino que no son rentables.

Los proyectos más importantes que se llevan a cabo son:

- Andasol. Con 240 millones de inversión prevista en el municipio de Aldeire (Granada), el proyecto lo desarrolla la sociedad Milenio Solar (80% del Grupo Cobra-ACS y 20% de la alemana Solar Millenium AG). El proyecto se halla sobre unos terrenos equivalentes a 200 campos de fútbol (200 hectáreas). La central solar prevista tendrá una potencia de 49,9 megavatios e irá acompañada de una línea de evacuación aérea de alta tensión.

De entre los pocos datos que suelen aportar los artículos sobre el tema, éste indica que se necesitan 200 Ha de campo de espejos (que tienen que tener una disposición y una separación entre ellos muy estudiada, para no interferirse los rayos solares entre ellos en ninguna de las posiciones del sol en toda su trayectoria, en ningún momento del año). Así que a ojo de buen cubero: si se piensa generar 50 MWp y se necesitan para ello unas 200 Ha. Cada Ha entrega unos 250 KWp. Es aproximadamente el doble que una central solar fotovoltaica de módulos fijos y prácticamente la misma que una central del mismo tamaño de

Otro aspecto que sería muy interesante de detallar y que lamentablemente no se ofrece, es el coste que tiene el mantenimiento de un campo de 200 Ha, lleno de espejos, cada uno de los cuales tiene que tener dos motores y unos engranajes para el movimiento que están en intemperie. Dado que existe la experiencia de casi dos décadas en Almería y en el desierto de Mojave, con plantas de este tipo, ese dato, ayudaría a aclarar muchas cosas. Es importante, porque esas tecnologías (los motores eléctricos sincrónicos o asincrónicos y los engranajes mecánicos o hidráulicos, etc. están muy avanzados y no se puede decir que la tecnología no esté avanzada o que pueda mejorar en costes de forma muy sustancial. El resto, son simplemente espejos y una central térmica casi convencional; cableado y sistemas de control. Es decir, nada novedoso. Una tecnología muy al alcance de la mano y cuyo coste energético total y por todos los conceptos, es más fácil de calcular que el coste de las placas solares fotovoltaicas, de tecnología más compleja.

La central será del tipo cilindro-parabólica, de las denominadas de baja concentración. La instalación consta de un conjunto de colectores que se mueven con el sol y concentran la radiación en un foco donde circula un fluido, que se calienta y mueve una turbina que produce electricidad. En el desierto del Mojave (EE UU) funciona una gigantesca: 350 megavatios de potencia.

- Proyecto de Abengoa. En Sevilla, la constructora Abengoa lidera el proyecto (IDAE participa con un 18%), con una inversión estimada de 30 millones de euros para construir una pequeña central de las denominadas de torre, con dispositivos de alta concentración. Se prevé una potencia de 10 megavatios. El proyecto consiste en un campo de heliostatos (espejos que siguen el movimiento solar), que reflejan y concentran la luz en un punto de una torre formado por tubos metálicos o cerámicos, en cuyo interior un fluidose calienta y transmite el calor a un circuito de agua que se evapora y mueve una turbina.

- Proyecto DISS de Iberdrola. Con una inversión prevista de hasta 18 millones de euros, Iberdrola desarrolla en Tabernas, Almería, una instalación de generación directa de vapor de cinco megavatios. La peculiaridad es que no utiliza ningún fluido térmico. Produce directamente vapor en los colectores solares. Iberdrola tiene ocho proyectos de plantas solares termoeléctricas, que suman 450 megavatios.

El sueño de Jeremy Rifkin de que la energía renovable fuese distribuida y cuya producción estuviese al alcance de todos y que todos la pudiesen aportar, se va haciendo añicos. Al final, obsérvese quienes son los que están entrando en los procesos de construcción (grandes empresas, fundamentalmente del sector de la construcción), el tamaño de las plantas y hacia donde van derivando finalmente las ayudas del IDAE. La excusa será la de siempre: si los poderosos nos hacemos muy ricos, siempre habrá negocio (o al menos trabajo) para los menos poderosos. Ese modelo, aún presumiendo de renovable, es de “business as usual”, como siempre, lamentablemente.

Los proyectos suponen un paso en la dirección de los ecologistas. Greenpeace está convencida de que en 2050 las energías renovables podrían abastecer 10 veces las necesidades de España.

Finalmente tenía razón un lector de Crisis Energética, que decía que Greenpeace utiliza bien las campañas de prensa y las mismas armas de propaganda que el mundo industrial y capitalista, que resulta cada vez más insostenible. En teoría se trata de hacer pasar el mensaje. Al final, es una simple coletilla de fin de artículo panegírico, que limpia, pule y da esplendor a las grandes empresas de la construcción, para que obtengan primas del Estado, en un negocio que no resulta rentable en el mercado y que ni supone realmente nada de innovación, ni ha exigido un desarrollo o investigación (y si lo ha exigido, ya se ha hecho en Almería) que exijan una prima permanente a una generación que todavía sigue sin estar bien explicada en todos sus términos.

Por ejemplo, doscientas hectáreas de espejos, con sus motores, cables, marcos accesorios, sistemas informáticos y de control, cableado de las 200 hectáreas y torre central con el generador de fluido especial, suponen una central de 50 MWp, si, pero con un factor de carga (que es el tiempo que está funcionando a lo largo de las 8.760 horas del año) de entre un 20 y un 25%. Esto quiere decir, sólo por hacer una comparación, que para generar la misma cantidad de energía que la central nuclear de Almaraz (de la que tampoco somos defensores en Crisis Energética) de 2*930 MW, con un 95% de factor de carga, que genera al año unos 15 millones de MWh, se necesitaría aplanar y hacer movimiento de tierras y poner lleno de espejos y motores una superficie de unas 34.000 Ha; esto es, unos 350 Km2 de territorio llenos de espejos. Andorra, pequeño principado entre España y Francia, tiene unos 464 Km2. Así que habría que rellenar de espejos, motores, cables, torres, etc. etc., un sitio como Andorra para hacer un Almaraz. Y aún así, no estaría resuelto el problema de qué hacer durante la noche y cómo almacenar la cuarta parte de la energía que se genera durante el día para aportar energía a la red de forma constante (frigoríficos, alarmas, servicios bancarios, residenciales o de salud, etc. etc.).