Finalmente, George W. Bush dio su discurso en una planta de biodiesel en Virginia, donde proclamó la necesidad de un cambio energético y sentenció que el futuro de su país dependerá del desarrollo del biodiesel como alternativa. Su principal preocupación radicó en subrayar la necesidad de que Estados Unidos rompa la dependencia del petróleo extranjero, y en lograr frenar el aumento de los precios de los combustibles, que ya están afectando el desarrollo económico y social norteamericano. Sospechamos que su última entrevista con los gobernantes saudíes no ha dado los resultados que esperaba la Casa Blanca, con el agregado de que la promesa de aumentar la producción recién para el 2009, deben haber encendido las luces rojas en la petropresidencia. El cenit se acerca de forma irremediable y la petrocracia comienza, casi desesperadamente, a hacer llamados para encontrar alternativas. La noticia está en el Washington Post y necesitas suscripción, pero por suerte es gratuita: "
Bush Urges Development of Alternative Fuels".