Una de las tesis centrales que sostenemos en Crisis Energética es la caída vertiginosa de los nuevos descubrimientos. Los últimos hallazgos informados en 2004 fueron demasiado modestos como para llegar a los titulares de la gran prensa. Así, por ejemplo, la Empresa Nacional del Petróleo de Chile (ENAP) hizo su cuarto descubrimiento petrolero en Egipto en julio del año pasado; el pozo produce 360 barriles por día. La francesa Total tuvo más suerte en Angola, descubrió un pozo de 10 mil barriles diarios a principios de agosto. Hoy se anuncia que la empresa angolana SONANGOL encontró un nuevo yacimiento de 20 mil barriles diarios, o sea, 7 millones 300 mil barriles anuales. Esta pequeña gota de oro negro seguramente no ayuda a contener la escalada de los precios ni a satisfacer las demanadas masivas. Tengamos en cuenta, por ejemplo, que Uruguay -país ínfimo, importador nato, con poco más de tres millones de habitantes- consume 2 millones de barriles por año (5.800 B/D). Quizá el nuevo pozo angoleño sólo nos serviría a los uruguayos. Podés leer la noticia en Prensa Latina: "
Descubren yacimiento petrolero en norte de Angola[*1] ".