En un largo artículo de La Vanguardia ("
China juega con sus reservas"), se destaca que a partir de agosto, China pretende empezar a acumular reservas de petróleo ante eventuales crisis de suministro. No es el mejor momento para ello ante unos precios tan elevados. Sin embargo, China dispone de mucho dinero en divisas para comprar petróleo. Y quiere rentabilizarlo.
"(...) los operadores hacen cuentas: si quieren comprar 100 millones de barriles para sus reservas estratégicas entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre deberán importar 650.000 barriles diarios adicionales, una voracidad capaz de encarecer los precios en un mercado con escasa capacidad adicional."
Si a ello sumamos el creciente consumo y el frío invierno, la crisis está servida: a fin de año sólo habrá petróleo para quien pueda pagar su precio, porque los excesos de capacidad, si los hay, irán a parar a China.