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En algún lugar al final del arco iris...

  • Viernes, 25 Marzo 2005 @ 20:33 CET
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Artículos Esto es un fragmento de una articulo publicado en Oil & Gas Journal Latinoamérica, titulado "La promesa de aguas profundas-otra razón para el cambio en México", sobre el primer pozo en aguas profundas en el Golfo de México, del que se hablan maravillas. Lo que nadie dice es que el petroleo que está ahi abajo presumiblemente, y como demuestra el yacimiento Nab 1, es petróleo muy pesado. Nab-1: ¿Qué es lo que se ha encontrado?
Pemex perforó el pozo Nab-1 desde la semisumergible Ocean Worker de Diamond Offshore en lámina de agua de 681 m de profundidad. Empezó a perforarse en abril de 2004, completándose el 11 de noviembre. Los datos publicados por Pemex indican que el pozo rindió en prueba petróleo pesado de 9° API a razón de 1.178 b/d. La profundidad total fue de 4.050 m en el Kimmeridgiano del jurásico superior.

Pemex calcula que el petróleo en sitio es de unos 200 millones de barriles (bls), aunque los estudios continuan. Todavía no se han calculado las reservas recuperables, pero dada la naturaleza pesada del petróleo, es probable que sean modestas. Las reservas probadas y probables podrían ser de unos 60 millones bls.

El hallazgo está situado 145 km mar adentro en la Bahía de Campeche, unos 35 km al noroeste del complejo de campos Ku-Maloob-Zaap. El gigantesco complejo Cantarell está a sólo 60 km en dirección sudeste. Ambos complejos producen predominantemente petróleo pesado (12° - 20° API) de breccias carbonatadas. Antes de perforar el Nab-1, Pemex había perforado varios pozos de avanzada para comprobar una extensión hacia el norte de la zona productiva que incluye Baksha, Numán, Pohp y Tunich, y se había hallado petróleo pesado. Nab-1 fue una prueba parecida, excepto que fue el primer pozo situado más allá de la isóbata de 500 m (la definición de Pemex para aguas profundas).

A pesar del significado de Nab, su comercialidad sigue en duda. Pemex sin duda sabe que explotar petróleo pesado a esas profundidades es difícil y que los beneficios serían marginales a no ser que se hallen grandes reservas adicionales y mejores tasas de flujo. En cuanto a que Nab pueda abrir una nueva frontera exploratoria, el limitado riesgo del pozo no proporciona suficiente información acerca del potencial de las zonas productivas que puedan yacer a grandes profundidades y que siguen sin comprobar.