Washington y el “petropacto” entre China y Venezuela
- Jueves, 20 Enero 2005 @ 11:14 CET
- Autor: Redacción CE
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Presentamos un memorando de prensa confeccionado por el estadounidense Council On Hemispheric Affairs, titulado “Will Washington tolerate a Chinese-Venezuelan Petro Pact?”, en el que se analiza el acercamiento entre China y Venezuela en el contexto de la importancia de Venezuela como país exportador de petróleo y de los movimientos de China para asegurar sus crecientes necesidades energéticas. A continuación se ofrece una traducción que el propio Council On Hemispheric Affairs proporciona de los puntos más importantes del memorando:
- Venezuela está emergiendo rápidamente como un actor importante en el juego energético global debido a la disparadas demandas energéticas de China y la creciente inestabilidad de las fuentes petrolíferas en Oriente Medio y África Occidental.
- Como parte de su continua campaña contra la presión estadounidense para que acate las políticas económicas neoliberales, el presidente Hugo Chavez ha renovado su propuesta para constituir un bloque petrolífero sudamericano.
- Una OPEP latinoamericana molestaría inevitablemente a la administración Bush, ya que ese cambio queda fuera de los planes de Washington para el comercio en el hemisferio. La administración Bush debe estar inquieta acerca de la reciente visita de Chavez a China y el resultante acuerdo bilateral con Pekín que atraerá más inversiones en el sector energético venezolano.
- El objetivo de Chavez de reducir su casi total dependencia del mercado petrolífero estadounidense puede precipitar un cambio global en el que China se beneficiará logrando satisfacer sus exponencialmente crecientes demandas energéticas con petróleo latinoamericano.
- Mientras tanto, Washington no ha descartado “la opción Schlesinger-Kissinger”. Si resulta que se produce un embargo de facto de petróleo venezolano contra los EE.UU., la Casa Blanca debería darse cuenta de que a largo plazo, un acuerdo entre China y un bloque petrolífero latinoamericano sería equivalente a un embargo petrolífero antiestadounidense.