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El economista jefe de Morgan Stanley prevé un Apocalipsis financiero

  • Jueves, 25 Noviembre 2004 @ 12:03 CET
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Artículos Pedro Prieto nos trae la traducción de un artículo publicado en el Boston Herald bajo el título de "Economic `Armageddon' predicted". En este se recogen las declaraciones de Stephen Roach, el economista jefe de Morgan Stanley, que afirma que "EE.UU. no tiene más de un 10% de posibilidades de evitar un 'Apocalipsis' económico". Predicen el Apocalipsis económico

Stephen Roach, el economista jefe del gigante banco de inversiones Morgan Stanley, tiene fama de duro.

Pero hay que oír lo que dice en privado.

Roach se entrevistó la semana pasada con un selecto grupo de gerentes de fondos en el centro, incluyendo un grupo en Fidelity.

Su predicción es: EE.UU. no tiene más de un 10% de posibilidades de evitar un “Apocalipsis” económico.

No se permitió el acceso a la prensa en las reuniones. Pero el Herald ha conseguido una copia de la presentación de Roach. Una atónita fuente que estuvo en la reunión dijo: "Me conmocionó lo extremista que fue, mucho más, en mi opinión, que en público".

Roach prevé un 30 por ciento de posibilidades de que pronto haya una profunda depresión y un 60 por ciento de que "nos las podamos arreglar por un tiempo y retrasar el eventual Apocalipsis".

Las posibilidades de que salgamos de eso con bien son de una de cada diez. Quizá.

En resumen, el argumento de Roach es que el déficit récord estadounidense quiere decir que el dólar seguirá cayendo. Para hacer que los extranjeros sigan comprando bonos del Tesoro y evitar un aumento resultante de la inflación, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan se verá forzado a aumentar los tipos de interés, más y más rápido de lo que desea.

El resultado es que los consumidores estadounidenses, que están endeudados hasta las cejas, se verán machacados. Más que del Apocalipsis, puede tratarse de "La tormenta perfecta".

Roach organizó estos alarmantes hechos para apoyar sus argumentos.

Para financiar su déficit por cuenta corriente con el resto del mundo, dijo que EE.UU. tiene que importar unos 2.600 millones de dólares en efectivo. Cada día laborable. Esto es un asombroso 80 por ciento de los ahorros netos del mundo entero.

¿Sostenible? Difícilmente.

Mientras tanto, hace ver que la deuda inmobiliaria se encuentra en niveles récord. Hace veinte años, la deuda inmobiliaria total de los EE.UU. equivalía a la mitad de la economía.

Hoy la cifra es del 85 por ciento.

Cerca de la mitad de las nuevas tomas de hipotecas se hacen a tipos de interés variables, dejando a los tomadores mucho más vulnerables a las subidas de los tipos. Los estadounidenses ya están gastando una cantidad récord de sus ingresos en pagar intereses . Y las tasas de interés todavía no han subido mucho.

No hay que preguntar a los economistas de Wall Street para saber esto, por supuesto. Véase sencillamente a la gente blandiendo sus tarjetas de crédito estas Navidades. El análisis de Roach es totalmente novedoso. Pero los recientes acontecimientos le dotan de más fuerza El dólar va alcanzando mínimos una y otra vez, frente a las divisas del yen y el euro. El paracaídas no llegó a abrirse el fin de semana, cuando una reunión de los ministros de finanzas más importantes terminó sin promesas de una intervención concertada.

Tiene que caer aún más, especialmente frente a las monedas asiáticas, coinciden los analistas.

El presidente de la Reserva Federal estaba demacrado, al advertir sobre el dólar y los tipos de interés, el viernes.

Roach no pudo ser localizado para que comentara la situación. Una fuente que oyó la presentación llegó a la conclusión de que es posible que haya una "ola espectacular de bancarrotas".

La gente observadora del negocio coincide bastante con este análisis. No se puede negar que los EE.UU. están viviendo una "burbuja financiera" de proporciones nunca vistas.

Pero aclaran que puede haber un escenario alternativo al de Roach. Greenspan puede permitir que el dólar caiga y la inflación suba, de forma deliberada, reduciendo así gradualmente el valor de la deuda de consumo actual en términos reales La inflación del 7 por ciento anual es la mitad de los valores "reales" en una década.

Puede que sea la única vía de escape de esta trampa.

Mayores tasas de interés o mayor inflación: de cualquier forma los grandes perdedores serán los prestamistas a largo plazo y a tipos de interés fijos.

Nadie desearía tener bonos del Tesoro a 30 años, que hoy rinden apenas un 4,83 por ciento.