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El apagón del SXXI

Miércoles, 14 Enero 2004 @ 09:13 CET
Autor: Daniel
Lecturas 2.816

Mariano Marzo, catedrático de recursos energéticos de la Universitat de Barcelona publica hoy en El Periódico de Catalunya un artículo titulado El apagón del SXXI. Marzo, de quien hemos publicado alguno de sus trabajos (ver la sección Geopolítica energética), pone sobre aviso acerca de los problemas que tendremos para cubrir la creciente demanda de energía, y pronostica un retorno de las centrales nucleares. Marzo no menciona la cúspide de extracción del petróleo directamente, aunque si habla de 2020 y 2030 como las décadas en las que se empezará a notar la disminución de las reservas.

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El apagón del SXXI | 4 comentarios | Crea una cuenta nueva

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El apagón del SXXI

Escrito por: Daniel sobre Miércoles, 14 Enero 2004 @ 10:32 CET

Quisiera añadir, como comentario personal, que Mariano se muestra algo más pesimista en privado, especialmente en cuanto a la capacidad de las energías renovables de solucionarnos la papeleta. De todas maneras, de todo lo que he leido de él en periódicos, me parece su artículo más contundente, aunque personalmente, me parece que habría que ser más contundente.

El apagón del SXXI

Escrito por: PPP sobre Jueves, 15 Enero 2004 @ 21:31 CET

No puedo estar más de acuerdo con Daniel, cuando afirma que el artículo de Mariano Marzo resulta poco contundente. El interés se centra en que incluso sin serlo, ya dice mucho. También sería interesante saber si no ha dicho más por convicción personal, por autocensura (para lograr que sea \"publicable\") o por censura pura y dura que le haya podido decir \"hasta aquí puedes llegar\". Creo que más bien puede estar ceca del segundo, pero es una opinión personal. Y ahora, mis comentarios.

1. Los datos aportados de los consumos de energía primaria, son incontestables.

2. Los datos del posible alcance del cenit del petróleo hacia el 2020-2030, creo que son de optimismo tipo USGS o AIE, pero no hay geólogo del petróleo del grupo de los pesimistas (que suelen ser optimistas bien informados) que sustente esa larga espera para el cenit. Lo localizan entre el 2006-2010 y alguno incluso en 3 años antes de YA MISMO; es decir, en el 2000, aunque no queramos darnos cuenta (Kenneth Deffeyes)

3. A la lenisista pregunta que se hace Marzo de ¿Qué podemos hacer? se responde dos cosas:

a) Reducir la demanda, cambiando nuestros hábitos. En eso estamos totalmente de acuerdo, pero aunque parezca de Perogrullo, hay que insistir en cuánto. Él mismo señala un pronóstico para el 2050-2100 de 70.000 MToe\'s de demanda y de 15 a 30.000 MToe\'s de disponibilidad por agotamiento. Eso es bajarse de dos a cuatro veces del consumo actual. Y como apunta a una población un 50% mayor que la de ahora, pues entre 3 y 6 veces menos que ahora, per capita. Hace bien Daniel considerando que Marzo es poco contundente, porque además de reducir la demanda, hay que hacerlo reduciendo entre 3 y 6 veces el consumo (y quedarse, por tanto, entre un 16 y un 33% del nivel de consumo actual); no estamos hablando de apagar un poco la luz cuando salimos de la habitación.

b) Luego aboga también por reducir la demanda mejorando el rendimiento energético. Esa apelación a las innovaciones tecnológicas es insuficiente y también hay que decirlo, aunque a uno le puedan tachar de ser muy contundente. Estamos hablando de variar en varios órdenes de magnitud nuestra existencia, para intentar sobrevivir. En apenas medio siglo y si todo va bien y si no se considera el gasto energético de reducir esa demanda ), porque cambiarse de casa o aislarla, también cuesta mucha energía y cambiar todas las máquinas y motores del planeta para que sean más eficientes, también cuesta energía. Y si no se habla de dejar de crecer, en cincuenta años creciendo al 3% anual acumulativo, la producción se ha cuadruplicado. De nada sirve mejorar un motor de combustión del 30 al 35% de eficiencia energética, si en cincuenta años más de modelo desarrolista tenemos cuatro coches donde hoy hay uno. Así que, concluyendo, cambiar nuestros hábitos, si es de forma muy drástica, si; pero mejorar el rendimiento sin destrozar totalmente el modelo actual de crecimiento, es ilusorio, es una ficción tecnológica.

4. Finalmente, Marzo cuenta que las tendencias para intentar solucionar el problema van por el aumento firme de las energías hidroeléctrica y nuclear, que ahora reconoce representan apenas el 5 y el 7% del consumo mundial de energía primaria, respectivamente.

Veamos.

Según Stout -World Resources, en 1984, según citan los colegas de Mariano Marzo, Josep Puig y Joaquim Corominas en su libro \"La ruta de la energía\" (Ed. Anthropos. Barcelona. 1990), profesores de Recursos energéticos de la Universidad Autónoma de Barcelona, en América del norte y Central, líderes mundiales del consumo estaban en explotación el 47% de todos el potencial hidráulico de las cuencas del área. Y en Europa Occidental, el segundo mayor consumidor mundial de energía, el 85% de las cuencas potenciales, ya estaban explotadas en 1984. El total mundial de ocupación de cuencas era en 1984 del 19% y hoy es del 25%. Así que no hay que hacerse ilusiones, porque llenando todas las cuencas posibles del planeta, apenas se podría multiplicar por cuatro la producción hidroeléctrica y fastidiaríamos de forma irreversible todos los valles fértiles (que quedan) del mundo ¿Queremos hacer eso? Y además, tendríamos electricidad, donde no la necesitamos (p.e. Amazonas) y faltaría donde es necesaria (p.e. EE.UU. y Europa). Y en los 50 años de que hablamos, incluso ocupando los valles y considerando el crecimiento actual como sagrado, toda la energía hidroeléctrica seguiría siendo apenas el 5% del consumo mundial de energía primaria. A eso se le llama en mi pueblo, engordar para morir, o mejor dicho, morir reventado de engorde.

Y luego vayamos a por la nuclear, que es opción que apenas defienden los franceses y los que viven de ese cuento. Regla de tres:

Si hoy quemamos 10.000 MToe\'s y de ellas apenas el 7% es quemar uanio y para ello se necesitan unas 440 centrales, más o menos como la de Chernobil, para alcanzar la meta que entiende necesaria Mariano Marzo de 70.000 MToe\'s en 2050, si él mismo considera que las renovables no pasarán de servir el 7% de esa cantidad (es muy optimista), habría que cubrir la mayor parte de los 65.000 MToe\'s restantes con hidroeléctricas y nucleares. Dado que ya hemos visto lo poco que dan de si las hidroeléctricas, pongamos que hay que servir 60.000 MToe\'s con uranio. Regla de tres, decíamos. Si (pongamos) las 440 centrales nucleares acutales generan el 7% de los 10.000 MToe\'s actuales, eso son 700 MToe\'s equivalente. Seamos generosos y pensemos que ahorran quemar 3 veces ese combustible en forma fósil; o sea, 440 centrales nucleares ahorran quemar 2.100 MToe\'s. Pero ahora tienen que sustituir los 58.000 MToe\'s restantes, que se acabaron. ¿Cuantas centrales nucleares son esas? Pues unas 25 veces más que las actuales; o sea, que en 50 años, deberíamos pasar de 440 centrales a por lo menos 10.000 centrales nucleares.

Bien por la no proliferación. bien por los residuos radioactivos. Y sobre todo, excelente tontería, sabiendo que queda uranio en la corteza terrestre para apenas unos 100 años, si se quema solo en las 440 centrales existentes actualmente. Porque si hay que quemarlo en las 10.000 centrales que harán falta, adiós reservas mundiales de uranio. Y una central nuclear no se hace para durar 4 años ¿verdad? Y además, la coletila final. Hoy, apenas un puñado de países pueden permitirse comprar centrales nucleares a los fabricantes. Peo más de la mitad de ese puñado, empiezan a estar en la lista de los que no pueden tener centrales nucleares, porque se están incluyendo, por parte de los fabricante, en la lista de países terroristas. ¿Cómo dmeonios se va a arreglar la sed elécrica del mundo, con esta espada de Damocles? En fin, los franceses nos cuentan una engañifa y Mariano Marzo no aclara que lo es. Es decir, ha sido \"poco contundente\"

Saludos

El apagón del SXXI

Escrito por: magoniaexpres sobre Viernes, 16 Enero 2004 @ 01:45 CET

Coincido con vosotros en que el artículo es algo ligero para el problema que se avecina o que ya empieza, pero es que los expertos, los que saben de verdad (no los propagandistas y vendedores de crecepelos mágicos), están entre la espada y la pared. Si dicen la verdad sobre la energía, se les van a echar encima tanto los tecno-psicópatas optimistas como los ecologistas simplones, porque ambos creen que no habrá problema: unos porque el petróleo durará mucho y dará tiempo de cambiarlo \"por otra cosa\" y los otros con su murga sobre la panacea de las renovables.
Y además nadie quiere oir nada sobre catástrofes tan vulgares como una crisis energética: vale más escribir sobre bombas nucleares, Al Qeada y meteoritos gigantes que podrían caer mañana sobre Nueva York. ..

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Magoniaexpres, a toda máquina

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"Sólo tengo desprecio hacia el mortal que se anima
con esperanzas vacías".
Sófocles. ('Ayax')

El apagón del SXXI

Escrito por: Daniel sobre Viernes, 16 Enero 2004 @ 23:01 CET

Estoy de acuerdo en las apreciaciones de Pedro, aunque quisiera romper una lanza en favor de Mariano Marzo. Me imagino que si escribiese algo más contundente, no se lo publicarían. Demasíado polémico. Creedme, yo mismo he publicado un artículo sobre energía en una revista de gran tirada nacional (MAN), y me he autocensurado, porque sabía que si no el artículo no saldría. No es cuestión de omitir datos ni mentir, tan solo obviar las consecuencias lógicas (la parte que Pedro siempre analiza) de lo que planteas.

La gente no quiere darse por enterada, vivimos en una sociedad en constante negación, y luchar contra eso requiere mucha paciencia.

Como no soy experto ni tengo la capacidad de análisis técnico de Pedro, me quedo con el problema de la comunicación de estas cuestiones. Es el eterno dilema: si dices todo lo que piensas, asustas a la gente, te acusan de agorero, de exagerado, de antiamericano, de econazi, etc, etc.

Evidentemente no propongo que nos quedemos callados ni cruzarnos de brazos, y una muestra de ese empeño es esta web.

Pero reconozco que la cosa está muy mal para convencer nuestros conciudadanos, así, por las buenas, de que se nos avecinan unos años muy problemáticos. Seguramente no habrá cambios sin batacazos muy fuertes. Y esos batacazos no serán tomados precisamente con mucha diplomacia.

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