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Irán y Estados Unidos: confrontación, interrupción del suministro de petróleo e impacto.

Trascripción traducida al español de la charla que Terence Ward ofreció en la 5ª Conferencia ASPO celebrada el 18 y el 19 de julio en Pisa (original en inglés). Ward es un consultor independiente, críado en Irán y conocedor de la cultura occidental e iraní.

Traducción de Fernando Nambroque, revisión, edición y fotos de Daniel Gómez.

Pedimos disculpas por la mala calidad de las fotografías correspondientes a los mapas que ilustraron la charla de Ward, estos no se encuentran disponibles en otros formatos. Pulsando sobre la imagen se abrirá una nueva ventana con la imagen a mayor resolución.

Se puede encontrar un resumen comentado de la charla en la Crónica de la 5º Conferencia de ASPO.

Martes 25 de julio de 2006 Irán y los EE.UU. - confrontación, interrupción del suministro de petróleo e impacto
Terence Ward, Asesor Internacional en Temas del Medio Oriente
(5ª Conferencia Internacional de ASPO sobre el Cenit del Petróleo, Pisa del 18 al 19 de julio de 2006)

Aquí en San Rossore, hemos tenido diversas proyecciones y análisis sobre la crisis futura respecto a las reservas globales de petróleo. La brecha entre la oferta que disminuye y la demanda en crecimiento gira ahora en torno a un tercer factor crucial: la política y el conflicto.

Las tácticas intrusivas violentas pueden generar reacciones en cadena difíciles de anticipar, y aún más de controlar. Así lo atestigua que el precio del petróleo se haya situado a 75 $ como reflejo de la escalada de violencia entre Israel, Hamas y Hezbollah, los bombardeos de Beirut y de Líbano meridional, y la amenaza de su extensión a Siria.

Irán es un ejemplo más dramático. La reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU empuja a los EE.UU. más cerca de la acción militar. Los partidarios de la línea dura en la Casa Blanca citan deliberadamente el papel de Irán en los conflictos de Irak, Palestina y Líbano. La Casa Blanca, la Fuerza Aérea de los EE.UU. y los planificadores militares israelíes están ahora preparando una campaña de bombardeos que llevará a repercusiones dramáticas.

Los enigmas persas - ¿existe un programa secreto de armas?

  • Las estimaciones más recientes de la inteligencia americana indican que Irán podría construir una cabeza nuclear en algún momento entre 2010 y 2015.
  • No existe ninguna evidencia de un programa secreto de armas nucleares ni de su localización, aunque Irán lleva trabajando en su programa nuclear desde hace 18 años.
  • La reciente oferta de los EE.UU. de negociación fue realizada porque Rusia y China estaban preparadas para impedir el paso a una resolución de la ONU. Según un ex-ayudante del NSC para la Administración Bush, el presidente desea garantías de que Irán ceda antes de hablar con ellos. Irán no puede aceptar restricciones a largo plazo en su ciclo de combustible sin una garantía de seguridad. Lo que está en juego es una forma de pacto de no-agresión mutua con los EE.UU.
  • Los indicios mostrados por EE.UU. e Israel no bastan para justificar públicamente una acción preventiva. La inteligencia israelí, durante la visita del primer ministro Olmert a Washington, no pudo proveer a Washington de pruebas específicas sobre sitios secretos en Irán.
  • Describiendo la oferta actual de negociaciones de los EEUU, Giandomenico Picco, que negoció el final de la guerra de Irak-Irán en 1988, dijo: “Si desafías a una superpotencia, sientes que eres una superpotencia. Ahora comienza el regateo en el bazar persa. Estamos negociando sobre un problema -el supuesto programa de armas- que estamos seguros de que existe, y que no queremos que exista. Y si al final resulta que el problema nunca existió, habrá sido la negociación del siglo”. Si ocurre una guerra preventiva, podría bien comenzar con falsas promesas de armas de destrucción masiva, como en Irak.
  • La pregunta sigue en el aire: ¿Qué ocurriría si los presidentes de EEUU e Irán buscan la confrontación y la guerra?

Visiones opuestas sobre el resultado de la guerra.

  • Los neo-conservadores americanos creen que después de una campaña masiva de bombardeos, el pueblo iraní se levantará en cólera. Los líderes religiosos islámicos, humillados con vergüenza, se verán sujetos a una rebelión que derrocará las leyes islámicas.
  • La línea dura iraní cree que el bombardeo unirá a la gente. Enfurecidos por la destrucción y las pérdidas de vidas, e infundidos del orgullo nacional herido, se unirán detrás de su gobierno. Esto inyectará nueva vida al radicalismo del régimen islámico.
  • Los exiliados iraníes odian y rechazan el régimen intransigente, incluso temen un conflicto. La mayoría de los 2 millones de iraníes en el exilio desean el derrumbamiento del régimen. Están seguros de que el bombardeo generará un desastre al consolidar la mano de la línea dura del régimen.
  • El “nacionalismo nuclear” es la única herramienta que queda a los partidarios de la línea dura. El fervor popular fundamentalista ha desaparecido de largo de Irán. Considerando el informe del Ministerio de Cultura y Orientación de la República Islámica - menos del 2% (el 1.4% para ser exactos) de la población acude a las oraciones del viernes regularmente.

Las alianzas energéticas de Irán con los gigantes asiáticos.

  • China ha firmado un acuerdo a largo plazo de gas natural licuado por 100 mil millones de dólares con Irán para los próximos 25 años. China también importa petróleo actualmente. Beijing vetará cualquier resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a favor de una acción militar que interrumpiese sus suministros futuros.
  • India ha firmado un acuerdo a largo plazo por 20 mil millones de dólares para el suministro de gas a través de un antiguo gaseoducto que cruza Pakistán. La India tampoco apoyará una acción militar.
  • Rusia apoya el programa nuclear iraní. Miles de millones de dólares de combustible y de materiales nucleares serán vendidos a Teherán. Rusia vetará una acción militar de la ONU.
  • La Organización de Cooperación de Shangai acepta a Irán como futuro miembro posibilitando nuevas alianzas para Teherán con los gigantes asiáticos reflejando un cambio global del reparto energético de Asia.
  • La Realidad: las alianzas energéticas forzarán los EE.UU. a atacar en solitario.

El alcance del ataque: la guerra que viene.

  • Considerando un escenario de 1.000 blancos, el bombardeo podría durar 2 semanas. Un análisis previo de Patrick Lang – ex jefe de la sección de Medio Oriente de la Agencia de Inteligencia de Defensa - calcula 1.000 salidas militares para 450 blancos. (New York Times, “Why Not a Strike on Iran?”, por David Sanger, 22-1-2006). Las estimaciones más recientes han doblado a 1.000 blancos incluyendo puertos de mar, sistemas de defensa anti-misil, bases militares, aeropuertos, industrias y 20 instalaciones nucleares. Cualquier ataque será considerado por la opinión pública como una guerra -no un ataque. Ninguna manipulación por parte de los medios cambiará esta percepción por parte de la opinión pública mundial.
  • Según la marina de los EE.UU., Irán tiene más de 700 instalaciones portuarias no declaradas a lo largo de la costa del Golfo Pérsico. La marina de guerra iraní realizó recientemente ejercicios en el Estrecho de Hormuz, el estrecho canal que une el Golfo Pérsico con el Mar de Arabia y el Océano Índico. El Estrecho es atravesado regularmente por buques petroleros, en dichos ejercicios mil barcos iraníes pequeños simularon ataques sobre naves americanas (New Yorker, Last Stand, Seymour Hersh 10-7-2006).
  • El General Pace, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, forzó a la Casa Blanca a acordar la no utilización de armamento nuclear. Esta revuelta de los militares ha enfurecido a la Casa Blanca, que deseaba defender el uso de armas nucleares con el objetivo de destruir la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, 200 millas al sur de Teherán (New Yorker, Last Stand, Seymour Hersh 10-7-2006). Irónicamente, el líder militar también advirtió a la Casa Blanca deliberadamente sobre las posibles repercusiones políticas y económicas de tal guerra.
  • La ironía es que los planificadores de la guerra no están seguros de qué golpear. Las agencias de inteligencia americanas y europeas no han encontrado pruebas específicas de actividades clandestinas o de instalaciones ocultas. Se sospecha que muchos emplazamientos han sido desplazados a centros de población.
  • Conocer la eficacia de los ataques en la eliminación del programa nuclear será virtualmente imposible. Una buena valoración de los daños causados por los bombardeos sólo se podrá hacer por personas situadas sobre el terreno. Sin capturar a un científico nuclear iraní o documentos es imposible atrasar el programa con seguridad.
  • La guerra aérea en Irán será de una fuerza abrumadora. El Vicepresidente Cheney representa al lobby pro-bombardeo estratégico en la Fuerza Aérea de los EE.UU. - quienes piensan que "el bombardeo de saturación es la solución a todos los problemas,” según Seymour Hersch del New Yorker, quien escribe: “Rumsfield y Cheney no desean cometer el error de hacer demasiado poco. La Fuerza Aérea, con su ‘mentalidad de bombardero’, todavía cree que su plan asegura que todos los blancos distribuidos pueden ser golpeados”.
  • La Marina de Guerra y los marines no creen en la doctrina “shock and awe” y se muestran abiertamente críticos con el plan de la Fuerza Aérea. Consideran que la táctica no funcionará. Los comandantes saben que si falla el plan sus tropas estarán en tierra.
  • A menos que el programa de armamento nuclear de Irán esté sólida y públicamente probado, habrá un dilema sobre si la puesta en marcha es prematura. Actualmente, la AIEA y los analistas del Pentágono estiman que han de transcurrir al menos unos 6 a 10 años antes de que Irán tenga capacidad para hacerse con armas nucleares. Un ataque de EEUU/Israel corre el riesgo de ser tildado como un acto prematuro. Como con Irak, si se produce tal ataque antes de que se hayan agotado todas las opciones diplomáticas, la opinión pública puede condenar a los agentes norteamericanos e israelíes y redimir el régimen iraní.
  • El Presidente Bush puede decidir bombardear antes de las elecciones de noviembre para preservar su mayoría republicana en el Congreso, utilizando su “guerra contra el terror” y la “política del miedo” para silenciar a los demócratas. Sin embargo, el riesgo de descontento del pueblo americano será alto. La carga actual de sus compromisos de seguridad por todo el mundo es ya enorme y una guerra preventiva dejaría a los EEUU con poca energía en reserva para ocuparse de las posibles reacciones en cadena inesperadas. La otra posibilidad probable es que Bush comience una campaña de bombardeos poco después de las elecciones, sabiendo que le quedan dos años para intervenir con la fuerza y recomponer Oriente Medio.

Reacciones en cadena: respuesta de Irán y el impacto en el petróleo

  • El Gobierno Iraní procurará golpear directamente sobre los intereses de los EE.UU. El objetivo será interrumpir el flujo de petróleo a Occidente y Asia bloqueando el Estrecho de Hormuz, dedicarse a la minería naval en el área del Golfo, y provocar una explosión de violencia chiíta en Irak al volverse las armas contra las tropas de los EE.UU.
  • Irán cortará las exportaciones en caso de un ataque, disparando los precios del petróleo. Las expectativas económicas experimentarán a un shock a corto plazo. Las proyecciones se mueven en torno a 120 a 160 dólares por barril. El impacto global en los precios del petróleo será volátil y dramático. La retirada de los suministros de petróleo de los mercados durante un período de tiempo, ya sea por fuerza mayor o por la decisión de Irán no sólo causará un shock en la economía global, sino que también fomentará la aparición de protestas en numerosos centros urbanos de todo el mundo.
  • Las represalias por parte de Irán con respuestas asimétricas serán la regla y no la excepción. Irán tiene agentes a través del Golfo y de Oriente Medio con capacidad de golpear. Cabe esperar que Hamas y Hezbollah se hagan notar como en la semana actual con ataques contra Israel. Las advertencias se han dado al Emir de Qatar durante su visita privada a Teherán en mayo.
  • Las instalaciones de petróleo y gas en Qatar serán vulnerables a las represalias que podrían interrumpir el suministro de petróleo y causar el pánico en los mercados financieros. Los ataques en el Golfo ocurrirán de formas no previstas por la planificación actual de defensa. La inteligencia iraní está un nivel por encima del de sus homólogos árabes. Qatar será extremadamente vulnerable como emplazamiento de la jefaturas regional del Comando central de los EE.UU. (retirado de la volátil Arabia Saudita). Las extensas instalaciones mrinas del yacimiento de gas de Qatar (compartidas con el yacimiento de Pars-1 de Irán) también estarán expuestas a represalias, así como las instalaciones petroleras de Aramco en Arabia Saudita.
  • Saudi Aramco - la compañía petrolera más grande del mundo- se convertirá en blanco: al igual que las estaciones de recolección de Abqaiq, la terminal de Ras Tanura, los oleoductos a Yanbu y Jubail, y las jefaturas en Dhahran. El yacimiento de petróleo más grande del mundo, el campo de Ghawar, podría igualmente recibir un golpe simbólico. La complicidad Saudí contra Irán hace que esto sea más probable.
  • La inversión de 500 mil millones de dólares y 3 años de sacrificio norteamericano en Irak se verán en grave peligro. Los políticos chiítas – bajo la presión de manifestaciones populares masivas- exigirán el retiro de las fuerzas de los EE.UU. Con las noticias de los primeros bombardeos, se puede esperar que las milicias chiítas ataquen a las fuerzas de la coalición. La alianza actual entre chiítas y EE.UU. que prevalece en Irak se verá amenazada. Moqtada al-Sadr - jefe de la milicia Mahdi- ha expuesto públicamente esta amenaza durante su visita más reciente a Teherán.
  • La posibilidad de un desastre como Chernobyl puede exponer a millones de civiles iraníes al polvo radiactivo nuclear, también a ciudadanos de Bombay, Dubai o Bagdad. Una explosión nuclear podía extender la radiación a millas. El pánico previo al ataque podía llevar a éxodos alarmantes fuera de estos centros de la población según la amenaza va tomando forma. Los EE.UU. deberían dar un ultimátum, en otro caso los planificadores pondrán millones en peligro.
  • La cobertura por parte de las televisiones internacionales desatará una onda de reacción pública negativa. Los riesgos de daños colaterales significativos en poblaciones civiles sería muy elevados dado el hecho de que muchas centrales nucleares están cerca de ciudades. La exposición de civiles inocentes a la radiación provocará el debate en TV sobre esta acción. Esta es una consideración descuidada en las discusiones sobre Irán. La convergencia de estos factores será grave. La opinión global reflejará el declive de la posición moral de América en el mundo.
  • Un ataque será considerado en el mundo como “contra-Islámico” y estimulará a los extremistas islámicos desde Pakistán a Indonesia hacia Europa. Los aliados de los EE.UU. con poblaciones musulmanas experimentarán la agitación en una escala global sin precedentes. En Pakistán, los disturbios masivos podrían derrocar la posesión provisional del poder por parte de Musharraf y poner cabezas nucleares en manos de los extremistas de Islamist Wahhabi del ejército y el ISI pakistaníes (el miedo estratégico primario de Irán). Tal acontecimiento puede accionar una respuesta de la India.

Terremoto demográfico - chiítas y sunitas se dividen el petróleo de Oriente Medio

  • Las mayores reservas de petróleo de la Tierra yacen debajo de las tierras de Arabia Saudita. A los chiítas de Arabia Saudita les encantaría tener el mismo control sobre sus reservas de petróleo que sus hermanos chiítas en Irak. Enormemente oprimidos por el poder de los Sunitas Wahhabi, estos chiítas van en peregrinaje a Irán y reaccionarán de maneras sutiles y abiertas si se ataca Irán. Bahrein es un 95% chiíta y ha experimentado malestar antes y a lo largo de la división entre chiítas y sunitas. Dubai es un gran centro influencia iraní. Kuwait es también el 30% chiíta. En Aramco y KOC, los chiítas representan la mayor parte de la mano de obra experta local. Un incidente como el intentado en las estaciones de recolección de Abqaiq por parte de activistas de Al-Qaeda no es descartable.
  • Las monarquías saudita y jordana están hablando abiertamente de la creciente radicalización chiíta a lo largo de Oriente Medio. Ambas familias reales apoyarían un ataque contra Irán. El gobierno chiíta irakí infunde miedo en el corazón de los dirigentes sauditas, porque saben que envalentonarían a los chiítas de la provincia petrolera del este saudí de al-Hassa. La aparición de Irán como potencia regional es su preocupación principal, no Israel. Los acoplamientos entre Hamas y Hezbollah también les preocupan en gran medida.
  • Líbano meridional es una tierra de mayoría chiíta. La dirección de Siria, al-Assad de Bashar es también de la secta chiíta Alawite. Las alianzas entre Hezbollah y el régimen sirio son fuertes. Irán ha proporcionado ayuda monetaria y militar a Hezbollah durante décadas, así que se debe esperar que el sur del Líbano se convierta en un punto de inflamación si estalla un conflicto.
  • Muchos sunitas ven la cooperación de los EE.UU. y de los chiítas en Irak como una conspiración contra ellos: “una política de contención de los wahhabitas”. Existe una convicción profunda en gran parte del mundo árabe, incluyendo la familia real Saudí, de que los planes de los EE.UU. incluyen hacer lo mismo en Arabia Saudita que lo que han hecho en Irak. Según estas teorías, al igual que en Irak, Arabia Saudita sería dividida en tres regiones. El régimen moderado Hashemita de Jordania recuperaría el control histórico de las ciudades santas de La Meca y de Medina; la provincia oriental petrolera quedaría controlada por la autonomía saudí shiíta; y a los wahhabitas se les dejaría asándose en las arenas del desierto de Nejad.
  • Esta división entre chiítas y sunitas provocará un conflicto regional, redefiniendo Oriente Medio. El gobierno irakí puede verse apoyando a Irán, con Siria. Arabia Saudita, Egipto y Jordania apoyarían la acción de los EE.UU., aunque la cólera de sus poblaciones puede llegar a ser incontrolable. Las victorias electorales chiítas recientes en Arabia Saudita son una potente muestra para el futuro.
  • Irán y Arabia Saudita podrían llegar a convertirse abiertamente en adversarios, lo que pondría las mayores reservas mundiales de petróleo en peligro para el futuro próximo. Irak es y continuará siendo un campo de batalla abierto. El acceso a las exportaciones de petróleo del Golfo también se verá afectado por esta tensión.
  • Arabia Saudita ha formado con Israel una extraña alianza a través de su apoyo mutuo para que los EE.UU. ataquen a Irán. Están unidos junto con Egipto y Jordania contra los chiítas. El conflicto en Líbano solo aumentará el conflicto sectario que se está cociendo a lo largo de Oriente Medio.

Consecuencias, el vórtice que se ensancha.

  • El bombardeo de Irán provocará seguramente caos, cortes en el suministro de petróleo y una recesión global. El conflicto inflamará la región con consecuencias incalculables. Se puede ver a Pakistán, Irak, Afganistán, y a los países del Golfo como puntos de explosión inmediata.
  • Una guerra preventiva sin la aprobación de la ONU podría marcar el final de la era de la ONU. ¿Tendrán los EE.UU. y sus aliados la legitimidad para formular y ayudar a crear un nuevo sistema de reglas internacionales tras haber dejado sin validez las reglas del derecho internacional establecidas hace sesenta años?
  • El régimen clerical de Irán incluye tres bloques de poder pragmáticos que desean una apertura hacia los EE.UU.: Mehdi Karroubi, Mostapha Moin y Hashemi Rafsanjani, el líder del Consejo Guardián no electo. Todos continúan criticando abiertamente al presidente que es cada vez más visto como un irresponsable. Sus demandas mesiánicas han resultado más polémicas en el propio Irán que en Occidente. Entre los críticos del presidente, el “negociador” Rafsanjani puede ser una figura significativa, porque representa a la clase empresarial y a los clérigos no electos. Estas tres facciones, en contraste con Ahmedinejad, no desarrollan una mentalidad de sitio o la provocación de un choque con Occidente.
  • Después de que la catástrofe de la guerra haya seguido su curso y las hostilidades cesen, el resultado final será seguramente negociaciones políticas entre los EE.UU. e Irán. Estas negociaciones deben ocurrir más pronto que tarde para prevenir el desastre.

Mirando hacia delante: un marco para la paz y para la seguridad del petróleo

Un informe reciente de la Comisión Trilateral -¿Hay un plan B?- preparado para la reunión plenaria de dicha Comisión en Tokio, del 22 al 24 de abril, recomendaba negociaciones entre EEUU e Irán con el objetivo de lograr “El Gran Pacto” que podría tomar forma en el siguiente marco:

  1. Un Consejo Nuclear Regional de Oriente Medio reuniría a todos los países con armamento nuclear: Estados Unidos, Rusia, Israel, China, India, Pakistán, Japón, Reino Unido y Francia. Las inspecciones de la IAEA se verían aceleradas con el acceso abierto, transparente y no restringido en todos los países.
    • Se proporcionaría a Israel un completo paquete de seguridad por parte de los Estados Unidos y también por la OTAN, según lo definido en el artículo 5.
    • Se ofrecerá a Irán garantías de seguridad explícitas por parte de Estados Unidos.
    • Este paraguas de seguridad redefiniría Oriente Medio.
  2. Un Plan Marshall para Oriente Medio (con una dimensión económica), proporcionaría a Palestina, Jordania, Túnez, Marruecos, Turquía, Egipto y Argelia acceso a la OMC, fondos del Banco Mundial y ayuda para promover la seguridad y mejorar las posibilidades de una transformación gradual hacia más democracia.
  3. Un Consejo Energético Regional para Oriente Medio se ocuparía del segundo recurso más valioso de la región: el petróleo y el gas. Serían discutidos los oleoductos regionales, la seguridad del petróleo, el intercambio tecnológico y el agotamiento y la monitorización de depósitos. Un consejo así incluiría a Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Kuwait, Barain, Omán, Yemen, Irak e Irán.
  4. Un Consejo Hídrico Regional para Oriente Medio se ocuparía del recurso más valioso de la región. Un consejo como este podría servir para desactivar conflictos potenciales ("guerras por el agua"). Miembros potenciales podrían ser: Turquía, Líbano, Irak, Israel, Palestina, y Jordania. No hay suficiente interdependencia en Oriente Medio (la Liga Árabe simplemente no es capaz de ocuparse de un asunto tan crítico como el agua, sin la presencia de Turquía o Israel).
Conclusión - comentario personal.

Antes de iniciar esta confrontación trágica que consumirá miles de vidas inocentes y amenazará la economía global, los presidentes Ahmedinejad y Bush harían bien en escuchar las palabras del poeta persa Saadi:

Los niños de Adán todos vienen de la misma fuente,
Cuando uno resulta herido, todo comparten el dolor,
El que no puede sentir el dolor de otros,
No puede llamarse Hijo del Hombre.

Deben también considerar el sabio consejo de otro poeta persa, Rumi, un poeta con gran éxito de ventas en América hoy en día. Hace siete siglos, escribió:

Más allá de las ideas, del bien o del mal,
hay un lugar.
Nos vemos ahí.

Última Edición: Jueves, 07 Septiembre 2006 @ 12:38 CEST| Hits: 23.866 Ver la versión para imprimir