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Energía Nuclear Vs Opinión Publica

  • Sábado, 06 Agosto 2011 @ 00:13 CEST
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Me gustaría exponer algunas posiciones interesantes sobre la energía nuclear emitidas por el mexicano Jean Meyer, la primera de ellas se publicó el 25 de julio y se llamó "Apocalipsis nuclear" y habla sobre la energía nuclear como área estratégica y al servicio del estado, ya este argumento se había esgrimido en el aspecto económico por los altos costos de inversión, sin embargo, con Fukushima el impacto social le da una nueva perspectiva:

...queda claro que lo de Fukushima deja una lección para los países productores de energía nuclear. No deben JAMÁS ceder el control de la producción de electricidad nuclear a la iniciativa privada. Es un asunto demasiado estratégico, demasiado crítico -no digo peligroso, ¡ojo!-. Tepco, la compañía privada japonesa, cometió enormes errores desde la instalación de las estructuras hasta las operaciones de rutina, antes del accidente. Desde 1972 las agencias internacionales le señalaron las fallas, y de nuevo después del gran temblor de Kobe. Parece que no hizo caso, o apenas.

Otro de los puntos altamente discutidos en foros internacionales se refiere al número de muertes por producción de un TW-h, que ha sido uno de los argumentos utilizados en la utilización de esta tecnología, al respecto dice:

El promedio mundial para el carbón es de 15 muertos, pero para China es de 278. Para el petróleo, que representa el 36 por ciento de la energía mundial, la cifra es de 36, mientras que para el gas natural es sólo de cuatro. Doce para las biogasolinas y los abonos, 0.44 para la energía solar, pero representa menos del 0.1 por ciento de nuestra energía. En cuanto a la energía producida por el viento, o sea, el uno por ciento de la mundial, la cifra es de 0.15. La hidroeléctrica causa 0.10. Y la nuclear que produce seis por ciento de la energía mundial causa 0.04 muerte por la producción de 1 TW-h.

José Sarukhán haciendo mención a lo discutido por Meyer, en el artículo "Discusiones Energéticas" refuerza su posición:

Es bien conocido que hay mucho mayor riesgo de muerte accidental por vivir junto a una estación de gasolina que junto a una central nuclear, por ejemplo. Un análisis de la OCDE muestra que la probabilidad de un accidente en una de las nuevas plantas nucleares suizas es equivalente a un accidente serio —capaz de producir 2 mil muertes— por cada millón de años de operación. Las nuevas plantas nucleares son más de mil veces más seguras que los primeros reactores construidos.

Este punto es interesante, pues sí bien los accidentes por nuclear no son frecuentes, uno solo es capaz de dar vuelcos drásticos al mundo.

Para finalizar el 01 de agosto publica Meyer "¿Renunciar a la energía nuclear?", en esta sección, expone entre otras cosas , lo vital de asumir una posición critica sobre la energía y su uso;

Como siempre, hay dos radicalismos opuestos y en medio un moderantismo que no logra ser escuchado. Por ejemplo Greenpeace, buen representante de los ecologistas, afirma que la energía nuclear no es sostenible, por razones económicas, sociales, ambientales y de salud; considera que es una amenaza mortal e “ingobernable”, por lo tanto hay que desmantelar todas las centrales existentes y olvidarse para siempre de lo nuclear. Enfrente están los que defienden a capa y espada lo nuclear, como la única forma de producir energía de forma masiva sin producir CO2; dicen que Fukushima no es el fin del mundo y que sería un error tomar decisiones bajo el impacto del desastre.

El tercer partido dice que el sistema actual es insostenible y que hay que reducir cuanto antes y por mucho el consumo de combustibles fósiles. ¿Cómo? Parece ser el famoso problema de la cuadratura del círculo. Ciertamente es la hora de las energías renovables pero no hay que hacerse ilusiones, son muy costosas y tardarán mucho, si es que lo logran, en desplazar las otras fuentes. Hay que saber que un kiloWatt producido por el viento exige la creación de estructuras para producir un kiloWatt térmico, para compensar el déficit temporal de una fuente de energía incontrolada en el tiempo.

Más adelante, y me permito reseñarlo completamente:

Por lo pronto estamos como el perro de las dos tortas. La energía nuclear parece a muchos peligrosa y costosa, pero en 2009 la producción de electricidad en el mundo ha generado nueve mil millones de toneladas de CO2 , entre los treinta emitidos por la industria, en un gran total de cincuenta cuando se suman los efectos de la deforestación y otros gases. ¿Entonces? ¿Renunciar a la energía nuclear? Sería producir un suplemento de 11 mil millones de toneladas de CO2, equivalente a todas las emisiones de Alemania y Japón. De aquí a 2020 debemos disminuir a 44 mil millones el total de las emisiones, solamente para limitar el calentamiento a menos de dos grados… ¿Cómo hacerlo? Parece ilusorio esperar invenciones mágicas. Tampoco es posible regresar a la edad de las cavernas. Piénsenlo.
Piensenlo.. Saludos