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Incógnitas eléctricas del coche eléctrico

  • Jueves, 08 Abril 2010 @ 00:48 CEST
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Artículos El diario El Confidencial,  incluye un artículo de 5 de abril de 2010, firmado por Carlos Cancela y titulado “Incógnitas eléctricas”. En él, toca el tema de moda del coche eléctrico, algo bastante habitual en estos días en España, pero reflexiona sobre un aspecto que nos ha parecido interesante resaltar y profundizar para invitar a un debate más profundo que lo que los artículos de prensa suelen permitir. Dado su interés público, lo reproducimos a continuación, con nuestros comentarios, como siempre entre líneas en cursiva, para invitar a los lectores a producir sus propios análisis críticos.
De momento, el coche eléctrico es sólo una quimera porque aún no es posible comprarse un vehículo de estas características para utilizarlo a diario. Pero también es verdad que cada día que pasa hay nuevas informaciones que hablan de que el coche eléctrico se está empezando a poner en marcha, al menos como un proyecto de futuro. Sin embargo, aún quedan algunas incógnitas importantes como, por ejemplo, el precio de las recargas.
También está la enorme incógnita que quien pagará las infraestructuras, la duración en ciclos de carga/descarga y el coste de las baterías, que es una parte importante del coste total del coche eléctrico. La sustancial prima que el gobierno ha instituido en forma de descuento sobre el precio del coche al cliente que lo compra, puede resultar también una fuente de quejas. Si en las energías renovables ya existen quejas por primar a quien produce energía supuestamente “verde”, no se entiende muy bien por qué con el dinero de todos se debe pagar o incentivar el consumo de un sistema costoso de transporte y consumo privado al usuario final.
La semana pasada, en plena Semana Santa, era la alianza Renault-Nissan la que firmaba un importante acuerdo con Acciona para dar nuevos pasos hacia la implantación de esta nueva tecnología para el automóvil. Entre tanto, el aeropuerto de Barajas realizaba unas interesantes pruebas con el Mitsubishi MIEV para su utilización como vehículo de servicio.
Es curioso que después de anunciar este acuerdo para implantar el vehículo eléctrico, con Renault-Nissan y Acciona, se anuncie, hoy mismo, que esta alianza se extiende a Daimler y aparentemente excluye a Acciona, que se realiza mediante un intercambio de acciones y permitirá a estos gigantes “reforzar su competitividad”. Sorprende ver cómo el capitalismo que tan bien representan estas multinacionales, hablase hasta hace poco de que la competitividad se alcanzaba en un mercado con cuántos más agentes mejor y que ahora se alcance con fusiones hacia los grandes oligopolios. De aquí a convencernos de que el monopolio es la mejor forma de “competir” puede haber sólo un paso.
Volviendo al acuerdo entre Acciona y la alianza Renault-Nissan, cada una de ambas compañías aporta lo que mejor sabe hacer, en el caso de Renault y Nissan los vehículos eléctricos que irán llegando poco a poco y en el de Acciona la electricidad en forma de energía renovable.
Según el acuerdo firmado, cuando un cliente adquiera un vehículo eléctrico tendrá la posibilidad de que la compañía Acciona le monte un punto de conexión para poder recargar su vehículo. Y al mismo tiempo también comenzará a montar postes de recarga en zonas muy concurridas, aparcamientos, grandes centros comerciales, centro de ocio.
El papel lo aguanta todo, pero que se sepa, hasta ahora la electricidad que llega a un enchufe es un “mixde todas las fuentes de generación eléctrica. Sin duda, se podrá cargar contablemente a “energía verde”. Está por verse si también a los precios de libre mercado de la “energía verde”con las primas que pagan todos los ciudadanos españoles o a precios de energía eléctrica, subsidiada, con lo que podría darse la situación de un coche caro cuyo comprador no sólo recibe ayudas directas en la compra, sino que las sigue recibiendo en el suministro energético para dotarse de movilidad en vehículo privado caro.
Toda esta nueva tecnología del vehículo eléctrico supone una verdadera revolución en la forma de entender el automóvil y va a cambiar la imagen de las ciudades en los próximos años. Esto supone una revolución en el tema de la electricidad, del reparto de la misma por las calles de las ciudades, pero también una nueva economía.
Las gasolineras, las clásicas estaciones de servicio que han llenado la geografía durante el siglo XX van a cambiar radicalmente. Los nuevos postes de recarga de electricidad de los vehículos tendrán un sofisticado sistema electrónico de conexión con el que intercambiarán información entre el coche y la propia compañía eléctrica.
Eso significa que desde que comiencen a instalarse estos postes tendremos un nuevo “peaje” que añadir a los costes de utilización de un vehículo. No habrá que estar echando monedas y tratando de que un vecino no nos quite nuestra electricidad, sino que será nuestro coche el que se cargue y la factura llegará de manera automática a nuestra cuenta bancaria.     
Esta tecnología ya ha sido desarrollada, entre otras compañías, por Acciona y por sus filiales Indra e Ingeteam, y es el denominado SIRVE (Sistema Inteligente de Recarga de Vehículos Eléctricos).
Por supuesto, quedan muchas incógnitas relacionadas con el coche eléctrico, pero creo que la más importante es la del precio de las recargas. La pasada semana les daba los costes de recarga de un Mitsubishi MIEV en Inglaterra a los precios actuales de la electricidad y más o menos con un euro se podían hacer unos 150 kilómetros. Es decir, una décima parte de lo que puede costar hacer ese mismo recorrido con un coche compacto normal.
No creo que los gobiernos vayan a renunciar a los ingresos que tienen por el uso del automóvil, y si las recargas de los vehículos están así de controladas, seguro que la electricidad de nuestra recarga la pagaremos a un precio mucho más alto.   
Este es el aspecto clave del artículo, aparentemente no bien desarrollado. Hagamos algunos cálculos.
En la actualidad, existen en España 31 millones de vehículos rodando por calles y carreteras. Los 31 millones de usuarios, pagan su combustible para movilidad, y en él, llevan incluido el coste del combustible y una considerable cantidad de impuestos, como refleja el documento del Ministerio de Industria, Comercio y turismo titulado PRECIOS DE CARBURANTES Y COMBUSTIBLES. En las páginas 10 a 13, podemos observar que los impuestos que se pagan por el consumo de gasolina y de gasóleo para automoción son los siguientes:
 

 
 
Gas oil
CONSUMOS 2008
Gasolina
Automóvil
Precio sin impuestos c€/litro
56
67
Precio con impuestos c€/litro
112
114
Porcentaje de impuesto sobre el precio
50
59

 
La página 14 muestra los consumos de 2008 en España en miles de toneladas que si se convierten a litros según la densidad específica común de estos productos, resultan en lo siguiente:
 

 
 
Gas oil
CONSUMOS 2008
Gasolina
Automóvil
Miles de Toneladas
5.578
30.765
Millones de litros
7.747
36.844

 
Dado que puede haber pérdidas en refinerías y demás, los impuestos recolectados de los consumos de combustibles refinados para automoción derivados del petróleo, pueden ser superiores a los 20.000 millones de Euros anuales.
 
El petróleo es un combustible que ofrece movilidad a la aviación mundial (aquí no están los consumos por este concepto de keroseno), o combustible “bunker” para la marina mercante o pesquera en forma de fuel oil más o menos pesado (tampoco incluido aquí) y combustible para la agricultura o maquinaria pesada, en forma de gasóleo C (tampoco incluido aquí) o asfaltos, que tampoco se incluyen aquí que son todos fracciones diversas de los destilados de las refinerías.
 
Pero también permite mover 31 millones de vehículos privados y ADEMÁS, generar ingresos para el Estado por unos 20.000 millones de euros anuales, con los que el Estado, puede, entre otras cosas, dotar de infraestructuras al país, en forma de lo que quiera, pero por ejemplo, de las necesarias para que este transporte pueda ser viable: calles, carreteras, autovías, caminos, canales o puertos y aeropuertos y demás infraestructuras urbanas, industriales, etc.
 
El precio de estos combustibles se coloca en precios ligeramente superiores a 1 €/litro. Si con un litro de gasolina o gasóleo se pueden recorrer aproximadamente unos 15 Km., esto quiere decir que el coche convencional estaría en torno a los 10 € de combustible por cada 150 Km. de recorrido.
 
Cuando alguien dice, como en la noticia objeto de estos comentarios, que el coste de la movilidad de un coche eléctrico saldrá a 1 € por cada 150 Km. de recorrido, posiblemente está faltando a la verdad, simplificando y colaborando en la mixtificación de la mitología del coche eléctrico. Porque parece estar indicando que el coste de movilidad por Km recorrido sería diez veces menor en el coche eléctrico que en el impulsado por derivados del petróleo.
Esta es la típica fórmula con la que se suelen ocultar los costes energéticos indirectos. Porque ahora mismo, los conductores españoles que están pagando 10 € por recorrer 150 Km. tienen un sistema de abono de las infraestructuras que van a tener que utilizar con el coche y el 80% de todas las demás infraestructuras, con 5 de los 10 € que pagan por recorrer esa distancia, pues así está establecido por ley.
 
¿Cómo y con qué medios y con qué energía van a mantener las infraestructuras los usuarios de coches eléctricos?
 
Pues, de momento, empiezan con un bono estatal de 7.000 € por coche eléctrico comprado, con cargo a la sociedad primordialmente fósil que se lo financia. Esto son unos 100.000 Km. de recorrido de coche de combustible de origen fósil de regalo fósil al coche eléctrico.
 
Después, si tuviesen que pagar las infraestructuras a través de impuestos, que ahora pagan los usuarios de coches de combustión interna, deberían abonar 5 € adicionales por cada 150 Km. recorridos, además del Euro que se dice que les cuesta la electricidad a precio actual. O pagar por la electricidad consumida cinco veces más que con la tarifa actual.
 
Si además no van a pagar los estacionamientos urbanos, ahora impuestos a los coches de combustión interna, que son un efectivo medio adicional de recaudación municipal con cargo a la sociedad fósil, habrá que cargar otro porcentaje.
 
Si además se va a nutrir (contablemente, supongo) de energía verde, en una mezcla, supongamos que al 50% de eólica (primada en aprox. un 50% y solar fotovoltaica (primada en aproximadamente un 400%), creo que deberíamos añadir a los costes ocultos, soportados ahora por la sociedad fósil un 225% a ese fabuloso y mítico precio de 1 €/150 Km. de recorrido
 
En fin, creo que esta es una aproximación más sensata a los costes energéticos ocultos del coche eléctrico, que deberían discutirse de esta forma en todos los foros y no lanzarse a campañas de marketing y panegíricos tras los cuales se entreven oscuros intereses por mantener el “Business as usual” de ciertas multinacionales, para seguir sosteniendo sus ventas, sus márgenes y sus beneficios, a costa de las subvenciones de todos los ciudadanos, lleven coche eléctrico o sobre todo no.