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The Washington Times: La crisis que viene

  • Miércoles, 07 Mayo 2008 @ 07:57 CEST
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Artículos En un editorial publicado el pasado lunes, el diario ultraconservador The Washington Times (no confundir con The Washington Post, cuyas posiciones, siendo igualmente conservadoras, no llegan a los extemos del diario cuyo propietario es el fundador de la Iglesia de la Unificación, el reverendo Sun Myung Moon) advertía de los peligros que el cenit del petróleo puede traer.
La cuestión no es simplemente la preocupación de que tendremos que pagar precios indignantes por un galón de gasolina. Si esto fuese el peor del problema, la situación sería difícil, pero manejable. La realidad, sin embargo, es más profunda y mucho más preocupante. Existen múltiples problemas que afectan al mundo que están teniendo un efecto neto decididamente negativo: un aumento global de la demanda de petróleo, la meseta en la producción de petróleo crudo (lo que puede indicar que ya se ha alcanzado el pico) y el continuo crecimiento de la población mundial. Juntos, estos tres factores están sirviendo para empujar al mundo a una crisis de siniestras posibilidades.
Ofrecemos a nuestros lectores una traducción del artículo original, "The coming crisis", de Daniel L. Davis, realizada por Luis Hanna para Crisis Energética: La crisis que viene

Por Daniel L. Davis

Desde hace más de una década, el geólogo inglés de petróleo Colin Campbell ha estado haciendo sonar la campana de advertencia sobre la llegada del Pico del Petróleo y sus inquietantes ramificaciones para el mundo. Desde el año 2005 el Dr. Robert Hirsch ha estado ofreciendo advertencias específicas para los Estados Unidos a través de una serie de informes patrocinados por el Departamento de Energía, detallando los peligros para los Estados Unidos si el pico nos encuentra desprevenidos. Y en el último año, la GAO, el Consejo Nacional del Petróleo, y decenas de otras organizaciones y gobiernos de todo el mundo han informado sobre las graves consecuencias que el mundo podría sufrir una vez que el pico sea alcanzado.

La cuestión no es simplemente la preocupación de que tendremos que pagar precios indignantes por un galón de gasolina. Si esto fuese el peor del problema, la situación sería difícil, pero manejable. La realidad, sin embargo, es más profunda y mucho más preocupante. Existen múltiples problemas que afectan al mundo que están teniendo un efecto neto decididamente negativo: un aumento global de la demanda de petróleo, la meseta en la producción de petróleo crudo (lo que puede indicar que ya se ha alcanzado el pico) y el continuo crecimiento de la población mundial. Juntos, estos tres factores están sirviendo para empujar al mundo a una crisis de siniestras posibilidades.

Cuando no hay suficiente petróleo para satisfacer la demanda mundial, el precio, obviamente, sube. Tal vez menos obvio, sin embargo, es el efecto que tiene este incremento de los precios sobre la capacidad mundial para producir alimentos. Cada etapa del ciclo de producción de alimentos se ve afectado por el petróleo y un aumento en el precio de un barril de petróleo tiene efectos compuestos: cuesta más operar la maquinaria agrícola, comprar el fertilizante, llevar al mercado y procesar. En los Estados Unidos, esto da como resultado cejas arqueadas en el supermercado. En partes del mundo donde más del 75 por ciento de los ingresos de una familia se destina a la compra de alimentos, esto se traduce en malestar social y disturbios.

Las Naciones Unidas calculan que la población mundial está creciendo a razón de 78 millones de personas al año - aproximadamente el equivalente de añadir la población de Alemania en el mundo cada año. De acuerdo con los datos de la Administración de Información de Energía publicados a principios de este mes, la producción mundial de petróleo ha estado en una meseta relativamente nivelada durante los últimos 44 meses consecutivos.

Pero, al mismo tiempo, las economías de China y la India han continuado creciendo, lo que acelera el consumo de productos relacionados con el petróleo y aumenta la cantidad y calidad de los alimentos que come cada persona. Estos tres hechos han conspirado para producir una escasez mundial de petróleo que ha exacerbado la incapacidad del mundo para alimentarse a sí mismo. Si el mundo no puede producir un número significativamente mayor de barriles de petróleo por día, mientras que al mismo tiempo el apetito del mundo en desarrollo sigue aumentando y la población mundial continúa su ascenso, no habrá petróleo para todos o alimentos suficientes para todos coman.

En tan sólo las dos últimas semanas nos han dado una muestra de lo que esto podría significar con la organizaciones de noticias informando de disturbios y desórdenes sociales en los países en desarrollo al rededor del mundo como consecuencia de la escasez de alimentos; el analista Jeff Rubin del Banco Canadiense predijo que los precios del petróleo "se disparan a $225 por barril para el año 2012." Muchos expertos esperan que estas aflicciones gemelas se mantengan en el futuro previsible.

Este no es el momento para más conversa y medidas a medias. Los hechos sobre el terreno demandan una acción urgente, robusta y sostenida en los niveles más altos del gobierno. El público estadounidense lo entiende, como mostró una encuesta del 20 de Abril realizada por el WorldPublicOpinion.org, que el 76 por ciento de los estadounidenses "creen que su gobierno debe hacer planes a largo plazo para sustituir el petróleo como fuente primaria de energía." Con tan alto porcentaje de la población de acuerdo con esa necesidad, ¿dónde están nuestros dirigentes nacionales sobre esta cuestión? En cuanto que nuestros candidatos presidenciales sigan estando satisfechos debatiendo cuestiones tan críticas como lo que hablo el pastor de alguien, (que es rencoroso y que se enfada mucho), no ha habido ningún intercambio sustancial en cuanto a la cuestión más apremiante que enfrenta nuestro país.

Alguien debe presentarse y liderar antes de que una crisis de proporciones mundiales se impulse sobre nosotros y nuestra única opción sea la aplicación de medidas draconiana de control de daños. Rece para que tal líder emerja pronto.