El despertar chino y la especulación disparan el precio de las materias primas

El petróleo no es el único recurso cuyo precio se está disparando. También lo hacen otras materias primas, como el cobre o el niquel. En el artículo aparecido en La Vanguardia ayer lunes 25 de octubre de 2004, "El despertar chino y la especulación disparan el precio de las materias primas" se analiza este fenómeno, y el papel de China como principal importador mundial de materias primas en su papel de "fabrica del mundo". Por su interés, reproducimos a continuación el artículo: LA COYUNTURA ECONÓMICA MUNDIAL

El despertar chino y la especulación disparan el precio de las materias primas.

Al rebufo del petróleo, el cobre y el níquel han duplicado su valor en un año.

MANUEL ESTAPÉ TOUS - 25/10/2004
BARCELONA

El elevado crecimiento de la economía china, convertida ya en la fábrica del mundo,coincide en el tiempo con la entrada masiva de inversores en los mercados de materias primas, básicos para el funcionamiento de la economía. Este fenómeno ha generado el cuarto mayor ciclo alcista de estas materias desde 1970.

Siguiendo la estela del petróleo, el cobre y el níquel se han revalorizado más de un 100% en dólares en doce meses. Al rebufo del petróleo, el resto de las materias primas básicas para el funcionamiento de la economía registra el cuarto mayor ciclo alcista vivido desde 1970. Las fuerzas que impulsan este fenómeno son una expansión económica mundial sin precedentes y liderada por China en su tránsito hacia convertirse en la segunda economía -por detrás de Estados Unidos-, que es ya la fábrica del mundo.En paralelo, se asiste a un desembarco masivo de inversores en los mercados de materias primas, que huyen de las dudas bursátiles y los bajos tipos de interés.

Como suele ocurrir, el inicio del actual ciclo alcista pasó inadvertido para numerosos expertos y analistas: desde principios del 2002 materias primas como el cobre, el níquel o el petróleo se han revalorizado algo más de un 100%. La duración del ciclo alcista suma 28 meses y una revalorización anual media del 79%, casi tanto como la registrada durante el segundo choque petrolero, el segundo mayor ciclo alcista de materias primas de la historia. El más profundo alcanzó un 128% y tuvo como causa el primer choque del petróleo entre octubre de 1973 y finales de 1975, según recuerda un reciente informe del Deutsche Bank.

En este escenario, el protagonista principal es la economía china, que ingresó en la Organización Mundial del Comercio convertida ya en uno de los principales importadores mundiales de todo tipo de materias primas y, sin lugar a dudas, en el que registra tasas de crecimiento más espectaculares. Sobre todo, porque reflejan la actividad de más de 1.200 millones de personas que, en términos de paridad del poder adquisitivo, son ya la segunda economía mundial, por detrás de Estados Unidos, según un informe reciente del Banco Mundial.

La actual alza de los precios se produce en un momento en el que la capacidad de los productores funciona a pleno rendimiento, mientras que las existencias de materias primas acusan una constante tendencia a la baja. Con algunas peculiaridades: el caso del platino por su escasez y el del petróleo por la poca inversión en nuevas explotaciones.

Uno de los casos más evidentes es el del cobre, que ha tocado máximos nominales históricos debido en gran parte a huelgas en Chile, uno de los principales países productores, lo que recuerda las huelgas en Venezuela, Nigeria y Noruega, que, en su día, contribuyeron a alimentar el ciclo alcista de los precios del petróleo. En Codelco, la compañía chilena mayor productora de cobre del mundo, una huelga de diez días ha desatado una oleada de récords alimentada por el temor a que el primer productor mundial, Chile, sea incapaz de satisfacer el crecimiento del apetito de su primer cliente, China. Los precios han llegado al máximo de 3.117,50 dólares por tonelada.

En septiembre, las importaciones chinas de cobre crecieron un 43% en términos interanuales. Todo ello en un país en el que aumenta la preocupación porque parecen no surtir efecto las medidas de política económica adoptadas para conseguir un aterrizaje suave de la economía y en el que las autoridades han endurecido el acceso al crédito.

La cantidad de cobre -muy utilizado en cables, conexiones eléctricas, coches y teléfonos móviles- que se extrae en el mundo ronda los 17 millones de toneladas métricas, apenas 200.000 toneladas más que la demanda mundial. Es éste otro de los factores coincidentes con el petróleo, aunque en este caso la brecha entre producción y consumo es mayor (y por tanto también es más importante el papel de la especulación en el alza de precios).

El papel de los especuladores
La enorme especulación en el mercado de materias primas ha llevado a los economistas a fijarse en el funcionamiento del New York Mercantile Exchange (Nymex), un mercado en el que han ido entrando especuladores profesionales e inversores institucionales y privados, atraídos por unas revalorizaciones envidiables en comparación a la bolsa o la renta fija. Hoy se calcula que más de un tercio de las operaciones que se realizan vinculadas al petróleo son puramente financieras.

Quienes culpan a los especuladores recuerdan que las leyes de la oferta y la demanda no justifican los precios actuales. La producción de petróleo supera los 83 millones de barriles diarios, suficiente para afrontar una demanda creciente (82 millones este año y 78 millones en el 2002). Pero también es cierto que la brecha se estrecha y que la psicología forma parte de la oferta y de la demanda. Los contratos de futuros que se negocian en el Nymex dibujan un panorama un poco menos inquietante. A finales de septiembre, el barril para entregar en diciembre del 2005 cotizaba a 42 dólares, 38 dólares un año más tarde y 34 dólares el de diciembre del 2010.